"Caminando sobre las aguas de la muerte"

No hay más clemencia para conmigo
como un holgazán que se duerme en sus sufrimientos me siento
me ha dominado la incredulidad
adolorida, afligida, atribulada caminando sobre las aguas
de la muerte.

Arquetipo de inconsistencia
catástrofe de mí trastornada mente
ya no puedo lidiar con esta debilidad.
De pronto he sentido en mi corazón un dardo de Belcebú
y ha sido el inicio de un desánimo infausto.

Como una mujer estéril sin poder dar frutos,
así me encuentro, desapasionada con posibilidades
de enfermarme o hundirme en una
depresión acompañada de recuerdos reprimidos infernales.

Mucho antes, todo estaba sigilosamente guardado
pero alguna vez el desvarío de mi corazón hablo
y se extendió, fue entonces que causo gran estupor.

Algunos lo guardaron para consigo,
otros regaron mi secreto sobre la hipócrita sonrisa de
aquel traicionero bufón llamado amigo,
este secreto lo desprendí de mi pecho, lo arranqué
con dolor y lágrimas, estúpidamente lo
saqué de mí para rumoreó de todo ser.

He perdido mi integridad
me siento una innoble criatura
diminuta dimensión de vida
con miedo a postrarme delante de la
Divinidad de divinidades,
porque esta vez me siento una farisea ultrajante
al discurso sincero y franco
de un clérigo que imparte sabiduría y amor
en medio de tanto penitente infractor.